lunes, 1 de abril de 2013

Descripción de la tarea 3ª



Tareas 2º Edición de lazarillos

DESCRIPCIÓN DE LA TAREA 3

1º ACTIVIDADES PARA LOS LAZARILLOS
1. El Lazarillo selecciona un relato corto (puede ser un clásico de la tradición popular, pero sin olvidar que sus alumnos son de 5º y 6º de Primaria, por lo que se sugieren cuentos de Roald Dahl, Gianni Rodari y similares), que tenga una extensión de no más de 25 líneas.
2. Eligirá 6-8 sustantivos de los que buscará su definición en el diccionario.
3. El lazarillo copiará esa definición y la colocará en lugar del sustantivo, para que se vea clara la definición se usará un color diferente al del texto general.
4. Una vez el relato esté rehecho, el lazarillo lo coloca en una nueva entrada de su blog, bajo el epígrafe de Tarea 3ª y el título del relato.

Ejemplo:

1. Selección.
 Había una vez una mosca que todas las noches soñaba que era un águila y que se encontraba volando por los Alpes y por los Andes.
En los primeros momentos esto la volvía loca de felicidad; pero pasado un tiempo le causaba una sensación de angustia, pues hallaba las alas demasiado grandes, el cuerpo demasiado pesado, el pico, demasiado duro y las garras demasiado fuertes; bueno, que todo ese gran aparato le impedía posarse a gusto sobre los ricos pasteles, o sobre las basuras de los humanos, así como sufrir a conciencia dándose golpes contra los cristales de su cuarto.
En realidad no quería andar en las grandes alturas o en los espacios libres, ni mucho menos.
Pero cuando volvía en sí lamentaba con toda el alma no ser un águila para remontar montañas, y se sentía tristísima de ser una mosca, y por eso volaba tanto, y estaba tan inquieta, y daba tantas vueltas, hasta que lentamente, por la noche volvía poner las sienes en la almohada”.

2. Sustitución de los sustantivos.
 Había una vez un insecto díptero, muy común y molesto, de unos seis milímetros de largo, de cuerpo negro, cabeza elíptica, más ancha que larga, ojos salientes, alas transparentes cruzadas de nervios, patas largas con uñas y ventosas, y boca en forma de trompa, con la cual chupa las sustancias de que se alimenta,  que todas las noches soñaba que era un Ave rapaz diurna, de ocho a nueve decímetros de altura, con pico recto en la base y corvo en la punta, cabeza y tarsos vestidos de plumas, cola redondeada casi cubierta por las alas, de vista muy perspicaz, fuerte musculatura y vuelo rapidísimo y que se encontraba volando por los Alpes y por los Andes.
En los primeros momentos esto la volvía loca de felicidad; pero pasado un tiempo le causaba una sensación de angustia, pues hallaba las alas demasiado grandes, el cuerpo demasiado pesado, la parte saliente de la cabeza de las aves, compuesta de dos piezas córneas, una superior y otra inferior, que terminan generalmente en punta y les sirven para tomar el alimento, demasiado duro y las garras demasiado fuertes; bueno, que todo ese gran aparato le impedía posarse a gusto sobre las ricas masas de harina y manteca, cocida al horno, en que ordinariamente se envuelve crema o dulce, o sobre las basuras de los humanos, así como sufrir a conciencia dándose golpes contra las piezas de vidrio u otra sustancia semejante que cubren un hueco en una ventana de su cuarto.
En realidad no quería andar en las grandes alturas o en los espacios libres, ni mucho menos.
Pero cuando volvía en sí lamentaba con toda el alma no ser un Ave rapaz diurna, de ocho a nueve decímetros de altura, con pico recto en la base y corvo en la punta, cabeza y tarsos vestidos de plumas, cola redondeada casi cubierta por las alas, de vista muy perspicaz, fuerte musculatura y vuelo rapidísimo para remontar montañas, y se sentía tristísima de ser un insecto díptero, muy común y molesto, de unos seis milímetros de largo, de cuerpo negro, cabeza elíptica, más ancha que larga, ojos salientes, alas transparentes cruzadas de nervios, patas largas con uñas y ventosas, y boca en forma de trompa, con la cual chupa las sustancias de que se alimenta, y por eso volaba tanto, y estaba tan inquieta, y daba tantas vueltas, hasta que lentamente, por el tiempo en que falta la claridad del día, volvía a poner las sienes en el colchón pequeño que sirve para reclinar sobre él la cabeza en la cama”.


3 comentarios:

  1. Hola soy Ariadna de 5ºA:
    Mi lazarillo no me ha puesto el trabajo
    ¿cuanto tiempo hay para que me lo ponga?
    Un saludo Ariadna015ºA

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  2. ¡¡¡Qué nervios!!!
    Cada vez está mas cerca el encuentro con los lazarillos/as.

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  3. Hola soy Álvaro de 5a.
    Mi lazarillo no me ha puesto la tarea tres
    ¿cuanto tiempo hay para que me la ponga.

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